Paz en Medio del Ruido (I): Un Liderazgo Descansado

Como líder de equipo, me he encontrado asumiendo muchas responsabilidades, sin dejar las que tengo o cubriendo momentos críticos donde hay que responder rápido para lograr los objetivos. Al final de la semana quiero descansar y no puedo hacerlo ya que siempre hay algo pendiente; por lo que he tomado la decisión de parar para buscar primero de Dios, escuchar su voz, evaluar prioridades y regresar enfocado al trabajo semanal.

¿Se supone que yo me tenga que sentir siempre abatido y bajo presión para que otra gente pueda experimentar el gozo en Dios? De veras que era así cómo me sentía…  – Peter Scazzero
 

La lectura del libro, “El Líder Espiritualmente Sano” de Peter Scazzero ha sido de mucha ayuda para mi. Quiero aprovechar los próximos párrafos y compartirte varios puntos muy buenos de este libro que me han hecho replantear mi forma de ver el ministerio y mi tiempo personal con el Señor.

Peter comparte en dos partes sobre la vida de un líder, empezando por describir primero lo que es un líder espiritualmente enfermo, dando la siguiente definición: Un líder emocionalmente enfermo es alguien que opera bajo su estado continuo de déficit emocional y espiritual, al que le falta la madurez emocional y el “estar con Dios”, lo suficiente como para sostener su “hacer para Dios”. Cuando leí esta frase, mi reacción fue: ¡Wao! Realmente estoy siendo inmaduro, porque estoy queriendo hacer sin estar en la presencia de Dios, lo cual es nuestra prioridad como Cristianos, estar en su presencia.

Tengo que admitirlo, como un planificador y medianamente ejecutor que soy, entre el hacer y el ser, hago más de lo que busco estar a solas con Dios. Es un patrón que se repite con los seguidores de Jesús, y vemos que en los cultos o reuniones de la iglesia, siempre hay un llamado a volvernos a Dios, buscarlo a Él sobre todas las cosas. De hecho en el ministerio digital, estamos siempre haciendo algo, como misioneros digitales, nuestra agenda siempre está cubierta y esto puede abrumarnos.

Todo un listado en nuestra cabeza puede sugerirnos que no debemos dejar de trabajar para cumplir las metas y considerar el descanso como una carga o pérdida de tiempo valioso en el ministerio y esto puede traernos consecuencias muy fuertes. El autor llama a esto la sombra y según él, se manifiesta de diversos modos, como conductas pecaminosas, perfeccionismo, crítica o estallidos de ira, celos, resentimiento, amargura, lujuria o amargura. Otras formas que describe el autor, que pueden presentarse de manera sutil son: la necesidad de ser notado, la incapacidad de dejar de trabajar, la tendencia al aislamiento o la rigidez; algunos son pecaminosos y otros pueden ser simplemente debilidades o heridas.

Al ver esta lista seguro te identificarás con algunas, tal como he hecho yo; por ejemplo, la incapacidad de parar de trabajar, aislarme o incluso tener celos, estallidos de ira, por mencionar algunos que veo en mi vida. Creo que como creadores digitales, la necesidad de ser notados es fuerte y puede entrar sutilmente en nuestra búsqueda de ser reconocidos por nuestros seguidores, por intentar ser “relevantes”.

“Si el caballo está cansado no lo mates, detente” – Mario Bloise, director ejecutivo y profesor de liderazgo en FTIBA.

Si en nuestra tarea ministerial estamos muy agotados, ¿Cómo podríamos hablar con las personas sobre una vida abundante como Juan 10:10 lo describe? ¿Cómo podemos hablar de una mejor vida en Cristo, si nuestra vida está en derrota? La vida cristiana puede ser una aventura emocionante si estamos centrados en Cristo, siendo balanceados en Él y en el hacer para Él.

Un amigo y líder de años de experiencia, en sus charlas siempre ha enfatizado cuales son las prioridades de su vida, dando un orden: Dios, la familia y luego el Ministerio. Este orden es el que nos anima a priorizar; sin embargo, muchas veces dejamos que el ministerio tome el primer lugar. Reconozco que he luchado mucho por mantener este orden de prioridades, siempre siendo confrontado con la pregunta, ¿Cuál es mi prioridad?

Peter Scazzero nos anima a que para poder ser un líder espiritualmente sano debemos trabajar nuestra vida interior y ver las partes más profundas de nuestra vida para que el reflejo de nuestra vida exterior venga de una profunda vida de fe en Cristo y no de lo que podemos hacer. Estos puntos son:

  • Reconocer que no estamos bien: Debemos tomar un momento para parar y reconocer que estamos agotados. Necesitamos evaluar nuestra vida en un tiempo destinado para ello.

  • Detectar nuestra sombra y enfrentarla: ¿Qué actitudes, hábitos pecaminosos o incapacidad de parar en nuestras actividades están tomando control? Considera hacer una lista, no para juzgarte, sino para dar pasos de fe a una restauración.

  • Liderazgo basado en nuestra soltería, si lo estamos, o en nuestro matrimonio: El autor resalta que la soltería y el matrimonio como llamado o vocación, debe formar parte de la comprensión de nosotros mismos y de la labor que realizamos como líderes. Toda nuestra vida de líderes debe dar testimonio del amor de Dios al mundo.

  • Bajar nuestro ritmo para tener una unión llena de amor: Bajar el ritmo, ceder el control de cada área de nuestra vida y las decisiones en el liderazgo a Jesús; que Él llene la totalidad de nosotros. ¿Hacemos los planes primero y luego oramos a Dios? ¿O lo contrario?

  • Practicar el deleite del día de descanso: Este es un punto que como líderes nos cuesta; desconectarnos para enfocarnos y deleitarnos en Dios, el creador y dueño de la obra y al llamado que realizamos, para enfocarnos en Él, buscarlo a Él, descansar en Él, entregar nuestras dificultades y agradecerle sus bendiciones.

Te invito a que puedas tomar un tiempo y meditar en estos puntos y dar pasos de fe. Puedes considerar leer el libro para profundizar más. ¿Qué tanto te desafían estos puntos? ¿Qué pasos de fe darás para reorganizar tus prioridades? ¿Necesitas parar y tomar un tiempo de descanso?

Misioneros Digitales

Nosotros equipamos discipulos para las Misiones Digitales.