Vivimos en una época donde estar ocupado se ha vuelto un símbolo de éxito, y distraerse es tan fácil como desbloquear el celular. Pero, ¿qué dice la Biblia sobre el descanso y la distracción?
1. Dios diseñó el descanso como algo santo y necesario
Desde la creación, Dios estableció un principio: trabajar seis días y descansar uno. No porque Él lo necesitara, sino porque sabía que nosotros sí.
“Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él descansó de toda la obra que había hecho en la creación.”
(Génesis 2:3)
El descanso no es una pérdida de tiempo, es una práctica espiritual. Es reconocer que el mundo sigue girando incluso cuando tú paras, y que tu valor no depende de tu productividad.
2. La distracción puede alejarnos del propósito eterno
En Lucas 10, Marta se distrae sirviendo, mientras María se sienta a los pies de Jesús. Aunque Marta no hacía nada malo, su corazón estaba agitado y desconectado.
“Marta, Marta, estás inquieta y preocupada por muchas cosas; pero sólo una es necesaria.”
(Lucas 10:41-42)
Hoy, nuestras «cosas» pueden ser correos, redes sociales, pendientes, videos… pero Jesús sigue recordándonos: lo más importante es estar con Él.
3. El descanso verdadero se encuentra en Jesús
Más allá de dormir bien o tomar vacaciones, el alma solo encuentra verdadero reposo en la presencia de Dios.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
(Mateo 11:28)
Cuando el alma está inquieta, distraída o abrumada, no necesita más entretenimiento, necesita dirección, quietud y comunión con el Padre.
¿Qué puedes hacer hoy?
- Pon un límite diario al uso de tu celular.
- Aparta tiempo sin pantallas para leer la Palabra y orar.
- Haz del descanso un acto de fe, no de culpa.
- Hazte esta pregunta: ¿Esto me está acercando más a Dios o distrayendo de Él?
La Biblia no solo aprueba el descanso, lo ordena. Y frente a un mundo lleno de distracciones, nos llama a elegir lo mejor: sentarnos a los pies de Jesús.